martes, 5 de abril de 2016

No te agobies. Sigue al niño

Pajarin cumplió ayer seis meses. Medio año ya. Las sensaciones son un tanto contradictorias... Hace nada estábamos de camino al hospital con contracciones, y a la vez han sido unos meses tan intensos, tan llenos de experiencias y emociones... Seis meses en los que apenas nos hemos separado tres o cuatro horas.

En este tiempo habré escuchado un centenar de veces (sin tener en cuenta a las que he hecho oídos sordos): "dice no sé quien que esto es mejor", "según mi vecina/prima/tía (sustituyase por "el consejero" correspondiente) tengo que darle no sé que al niño" , "Uy... Este niño debería ya gatear/sentarse/andar/hablar/dormir solo", sin olvidar por supuesto las obsoletas recomendaciones facilitadas por la Seguridad Social en unas fotocopias (requetefotocopiadas por décadas y décadas) en relación a la alimentación y el sueño: "El bebé debería dormir solo antes de los seis meses, ya que sino se acostumbra y es más difícil corregirle". En fin...

Nos complicamos la vida nosotros solos sin darnos cuenta. Es lógico y nuestro deber, acudir al pediatra cuando el niño se pone malito, desarrolla alguna reacción extraña, o simplemente cuando lo consideremos necesario como padres. Nosotros, como padres primerizos, hemos acudido más de dos y tres veces para consultar alguna nimiedad. Como para nuestra pediatra todo es normal, nos despacha casi siempre en un par de minutos, pero parece que como un médico (oh sabia autoridad) nos ha dicho que no pasa nada, nos tranquilizamos. 

Sin embargo, cuando se trata de temas como el desarrollo del niño, la alimentación y el sueño; pienso que es bueno que además de escuchar lo que tenga que decirnos el pediatra, consultemos otras fuentes. Es verdad que hay pediatras muy buenos, pero por desgracia otros tantos están bastante desactualizados y pueden darnos indicaciones o pautas erróneas, desfasadas, que nos crean miedos e inseguridades innecesarias.

Leer a autores como Rosa Jové, Carlos González y Julio Basulto, te ayudan a crear una base muy sólida en relación a temas tan importantes como la lactancia, el sueño y la alimentación complementaria. Si además lees un poco sobre Montessori o Emmi Pikler, te darás cuenta que todo es mucho más fácil de lo que parecía.

Lactancia a demanda (sin horarios), tanto si es materna como artificial; máximo contacto con el bebé (porteo, colecho, "no separación" al nacer,...); evolución del sueño (lo normal son los despertares nocturnos); alimentación complementaria gestionada por el niño sin peleas por que coma; movimiento libre; respeto a la evolución de cada niño y sus ritmos.

Cada niño, cada bebé, es diferente. No somos máquinas y por lo tanto nuestros ritmos son distintos. No todos los bebés se sientan a los seis meses, gatean a los siete, andan al año y duermen solos con año y medio. Piensa, ¿a qué edad empezaste a trabajar?, ¿cuánto tardaste en sacarte la carrera?, ¿qué tiempo te costó perder esos kilos que cogiste aquella Navidad sin control?, ¿cuántos libros lees al año? Ahora compara tus respuestas con las de tu pareja, tu mejor amig@, tus padres o tu vecina del primero. Puede que en algo coincidáis, pero no en la mayoría de respuestas. ¿Por qué pretendemos que los niños sean todos iguales? Con lo bonito que es descubrir la personalidad de nuestro hijo, sus preferencias, sus ritmos,...

Pajarin se mantiene sentado, pero no se sienta solo. Hace la croqueta, pero solo hacia un lado y cuando lleva mucho rato boca abajo grita porque no sabe girarse. Toma leche a demanda y ha empezado a probar algunos alimentos decantándose más por unos que por otros. A veces dice "pa pa pa" y "ma ma ma". Se despierta una o dos veces por la noche y se echa dos o tres siestas durante el día. No tiene ningún diente y empieza a tener suficiente pelo para hacerle una mini-cresta. Mi hijo es único, y su ritmo, sus preferencias, su carácter es único, y eso lo hace tan especial. No hay ni habrá nadie igual a él.


De verdad, no te agobies, sigue al niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario