martes, 12 de abril de 2016

¿Te atreves a soñar?

Y un día, esa experiencia, esa situación que podría haber pasado desapercibida, que simplemente podría haber formado parte de tu álbum de fotos como cualquier otra, te hace parar en seco, cerrar los ojos y pensar, ¿quién soy yo y qué estoy haciendo con mi vida?
Según mi "más mejor amiga", nuestra vida es lo que nosotros mismo atraemos; si algo llega a tu vida es porque lo estabas llamando con tu actitud, tus pensamientos, ..., aunque no seas consciente de ello. Y así atraje sin querer mi "nuevo objetivo".

Soy muy pesada, siempre tengo que tener un objetivo en mente. Algo en lo que trabajar, algo que aprender, algo en lo que volcar mi afán de organización. Y pensaras,¡tienes un bebé de seis meses! ¿no te parece tarea suficiente? Por supuesto, pero es totalmente independiente. Pajarin es movimiento libre, juego, desorden, diversión, vida sin horarios,... Y así tiene que seguir siendo.

Organicé mi boda, la luna de miel, la compra del piso y la posterior reforma. ¿Y ahora qué? ¿Es necesario tener siempre un objetivo? Han sido seis meses de mucho aprendizaje, de revoluciones hormonales y personales, de conocer al ser más bonito del mundo y descubrir el amor más grande. De conocerme como madre y hablar con mi niña anterior, a la que tanto tiempo había ignorado. Descubrimientos que han generado cambios, tanto a nivel personal como laboral, tal y como te conté en "Ser madre está penalizado".

Y esos cambios nos llevan a tomar decisiones, a creer en nuevos proyectos, a soñar una vida mejor para Pajarin (y sus futuros herman@s jiji). ¿Y tú, te atreves a soñar?


Este vídeo lo descubrí hace años, pero necesito verlo de vez en cuando para que no se me olvide. 

A finales de abril, justo un día después de mi cumpleaños debía incorporarme al trabajo. Sin embargo, los madrugones comenzaron este pasado lunes, y mi excedencia se ha ampliado de momento cuatro meses más. El motivo, unas oposiciones. Una opción que me había planteado muchas veces, pero que siempre se quedaba en un pensamiento. Creo que es el momento, y si no lo es por lo menos lo habré intentado. Bueno, lo habremos intentado: Papá Oso, ocupándose de Pajarin mientras estudio y apoyándome cada vez que giro el timón y cambio de rumbo; mis mecenas, sin los que no habría habido boda, ni piso, ni hijo ni oposiciones (gracias papás); mis amigos, a los que pongo la cabeza loca con cada nueva aventura y sobre todo mi Pajarin, el motivo de mi mayor revolución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario