sábado, 12 de diciembre de 2015

Tos ferina, embarazadas y lactantes

Este post lo escribo desde mi propia experiencia, que no tiene porque ser ampliable al resto de mamás. Además quiero dejar claro que no soy médica, ni científica, ni trabajo en un laboratorio farmacéutico. Hablo solo de lo que yo viví.
Es un poco extenso, pero creo que es necesario que sea así.

¿Qué es la tos ferina? (Fuente: Aeped)

La tos ferina continúa siendo un problema de salud pública mundial.
En países desarrollados, a pesar de la vacunación universal en la infancia, se ha observado un aumento de casos en ciertos grupos de edad, como adolescentes y adultos jóvenes, así como lactantes pequeños, presentando éstos las mayores tasas de hospitalización, complicaciones graves y mortalidad.
La tosferina es una enfermedad muy contagiosa, con tasas de ataque de hasta el 80% en personas susceptibles
La transmisión es por vía respiratoria, y es máxima antes de la aparición de los primeros síntomas, y se extiende al menos 2 semanas después del inicio de la tos.
La reemergencia de esta patología en los últimos años ha ocurrido incluso en países con buenas coberturas de vacunación, aumentando los casos declarados sobre todo en adolescentes y adultos. 
Se ha visto que la inmunidad vacunal conseguida en la infancia disminuye con el tiempo, por lo que existe una bolsa de población formada por adolescentes y adultos jóvenes susceptibles a la enfermedad. Éstos últimos precisamente suelen estar más en contacto con el grupo más vulnerable para la tos ferina grave, como son los lactantes pequeños, con cobertura vacunal ausente o parcial a esta edad.
A continuación se presentan una serie de estrategias potenciales recomendables para el control de la enfermedad en nuestro medio: 
a. Vacunación universal de adolescentes y de adultos. En nuestro país, solamente está incluida en el calendario de Ceuta y Melilla. 
b. Vacunación selectiva de adolescentes y adultos: “estrategia del nido”. Vacunar a los convivientes de los lactantes pequeños (grupo más susceptible de padecer un cuadro grave e incluso letal)
c. Vacunación de madres posparto. 
d. Vacunación selectiva de adolescentes y adultos: vacunación antitetánica.

Recomendación de vacunación a embarazadas

Existe un artículo del año 2013 en relación a los beneficios de la vacunación de la tos ferina en embarazadas de la Health Protection Agency del Reino Unido:
En el Reino Unido, en el año 2012, se produjeron un total de 9741 casos confirmados de tos ferina y fallecieron 12 lactantes a consecuencia de esta enfermedad infecciosa.
Desde la implantación de la estrategia de vacunación frente a la tos ferina en embarazadas, en octubre de 2012 en Reino Unido, se ha venido apreciando una tendencia clara hacia el descenso de casos de forma global y también en lactantes menores de 3 meses.

La AEP recomienda la vacunación con Tdpa de los adultos que estén en contacto habitual con niños pequeños, es decir, personal de guarderías y escuelas infantiles y profesionales sanitarios en contacto con ellos, y también a las futuras madres que estén al final de su gestación. Esta última medida ya se ha implantado en nuestro país. Otra posible estrategia es la vacunación de todos los convivientes con bebés o que tengan mucho contacto con ellos, como, además de los padres y hermanos, los abuelos y cuidadores.

Noticias (algunas) sobre tos ferina en lactantes


Septiembre 2015. El Diario. La tos ferina acelera su contagio en España



Mi vacunación contra la tos ferina

Estando embarazada aproximadamente de 25 semanas, un compañero de trabajo cuya novia estaba en el mismo estado que yo, me instó a que preguntara en la próxima revisión por la vacuna de la tos ferina. Mi cara fue un poema. ¿Qué vacuna? A mi nadie me habia dicho nada al respecto, pero a él le habían llegado rumores de que se estaba recomendando. "Vale, lo preguntaré", le contesté un tanto escéptica.

¿Cómo me iba a vacunar estando embarazada? Como si no tuviera suficiente con los cien mil análisis, además un pinchazo extra (notaréis que lo paso bastante mal con el tema agujas). Aún así, se lo pregunté a mi ginecóloga sin darle demasiada importancia, a lo que me contestó: "Sí, si puedes póntela. Yo no te la puedo mandar directamente porque no está en calendario de vacunación, pero a todas las embarazadas que nos estáis preguntando os la estamos recomendando. Dile a tu médico de cabecera que te de cita con la enfermera para ponértela". Pues sí, otro pinchazo de premio.

Tengo mucha suerte con mi médica de cabecera y no me puso problemas. No le aporté ningún papel, solo le conté lo que me había dicho la ginecóloga y se puso a buscar en internet, porque le sonaba que en un hospital de Barcelona la recomendaban, y además recordaba que el año anterior un par de embarazadas también se lo habían comentado. Llamó por teléfono a la coordinadora del centro de salud con la que confirmó que me la podía poner. Así que me dio cita con la enfermera hacia la semana 30 y listo.

Cuál fue mi sorpresa cuando el mismo compañero de trabajo que me la había recomendado, me cuenta que a ellos les están poniendo problemas, porque como es una vacuna que no se pone a embarazadas no hay existencias en la Comunidad de Madrid, así que, como son de Asturias van a intentar conseguirla allí.

Inmediatamente llamé a mi centro de salud para consultar con la enfermera si tenían la vacuna; no porque estuviera preocupada, porque en ese momento no había alarma social, sino por evitarme el paseo a las cuatro de la tarde a finales de julio con el barrigón. Pues me tuve que dar el paseo porque no me podían informar por teléfono.

En la cita con la enfermera, mi sensación fue de total desconocimiento del tema. No sabía que vacuna me tenía que poner, ni por qué. Lo tuvo que consultar con un médico del centro. Obviamente no la culpo, si no está en calendario ni les informan sobre este tema, la mujer no tiene ni idea.

Me fui con mi pinchazo a casa y la tranquilidad de haber acabado con este tema. No me dio reacción ni efectos secundarios.

Unas semanas después, en las clases de preparación al parto se trató este asunto. Eramos unas 20-25 embarazadas y solo yo me había puesto la vacuna. La matrona que las impartía la desaconsejó totalmente porque no se sabía como podía afectar a la embarazada ni al feto. Alguna mujer comentaba que ella se la había querido poner pero su médico no se la mandaba, y otras que lo consideraban totalmente innecesario, Yo me sentí un perro verde y me preocupé por si había hecho algo que no debía, al fin y al cabo la había "pedido" yo, y casi nadie se la estaba poniendo. Me gustaría saber que piensan a día de hoy esas mamás y la experta matrona, que por cierto se jubilo ese mismo mes de agosto.

Además, una compañera de pilates vivió con desesperación la negativa constante ante su deseo de ponerse la vacuna. Había leído mucho sobre el tema (cosa que yo no hice), y quería ponérsela a toda costa. Se cambió de médico de cabecera, la buscó por las farmacias para comprarla directamente, pero todo intento acabó frustrado.

Lo que yo me pregunto es, ¿qué pasaría si el bebé de mi compañera se contagiara de tos ferina? ¿De quién sería la culpa de haberle impedido ponerse la vacuna? ¿De los médicos, del sistema sanitario?

Mis conclusiones

Como ya he comentado fui yo la que pregunté por la vacuna y porque me instó a ello un compañero (al que estoy enormemente agradecida). No tuve impedimentos para ponérmela, aunque nadie más de mi entorno está vacunado, ni siquiera Papá Oso.

Según me dijeron, al vacunarme, parte de la dosis pasaba al feto, que quedaba inmunizado durante esos primeros dos meses hasta sus primeras vacunas.

Una vez leída parte de la información disponible, la cual he reflejado más arriba, me da la sensación de que como siempre, vamos tarde. Hasta que no hay consecuencias graves no se actúa. ¿No sería mejor prevenir y evitar la alarma social que han generado las últimas muertes de lactantes?

De hecho conozco a una mamá que no se vacunó y su bebé aún no tiene dos meses, a la que su pediatra le ha recomendado que no vayan a sitios con mucha gente, poco ventilados, que evite las reuniones familiares...

Amigas que tuvieron a sus bebés en 2013 no tuvieron conocimiento de nada de esto, ni siquiera una de ellas que dio a luz tan solo seis meses antes que yo.

¿Cómo deberían sentirse todas esas mamás que no han sido informadas, o peor aún, que estando informadas les han impedido ponerse la vacuna?

Si te preocupa esta situación, por favor firma:


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