martes, 26 de septiembre de 2017

Gracias papá

Lo sé, te debía una carta.

Reconozco que no me siento muy inspirada, el madrugón de hoy ha sido considerable, así que me voy a dejar llevar, y que mis dedos escriban.

No hace ni un mes que fue mi aniversario de boda, y aproveché para ver de nuevo el vídeo de aquel maravilloso día. Cada vez que te escucho hablar, me doy cuenta de cómo nos parecemos, yo a ti, supongo. 



Tenemos una capacidad de escribir o narrar aquello que sentimos o que hemos vivido, que no tiene cualquiera, y es una de las cosas que más tengo que agradecerte, porque o me la regalaste con tu genética o la he aprendido de ti. Aunque cuando traspasas la línea a filósofo de la antigua Grecia, ya sabes que no me gusta tanto...

Es una pena que nos expresemos tan bien esporádicamente y no en el día a día. 

Sé que ya tienes una edad, y que las manías te superan. Los horarios, el hacer las cosas "bien", y esa mentalidad diaria "tan de jubilado" ahogan un poco al alma libre que fuiste. 

Recuerdo como me impactó ver una foto tuya de jóven, antes de ser padre, apoyado en "plan chulo" en la pared, con chandal y sonrisa pícara. Seguramente la hizo mamá. Y sí, ahí también eras mi padre, siempre lo fuiste.

Supongo que la paternidad fue complicada, que te removió aquello que no recordabas, o quizás ni siquiera lo quisiste recordar. Los hijos nos enseñan cada día a ser mejores, ahora lo sé, así que supongo que algo te enseñé.

No fue fácil, para mi tampoco. Pero lo hicimos lo mejor que pudimos, lo mejor que sabíamos, y lo mejor que nos dejaron.

Sé que la llegada de tu nieto y mi propio aprendizaje y vivencias como madre, te están abriendo un nuevo mundo, y es maravilloso como lo aceptas, como lo compartes y cómo me mandas wassaps con imágenes y frases de María Montessori.




Gracias por tanto... 
Por esos valores que me caracterizan y de los que estoy tan orgullosa.
Por sembrar en mí las raíces navarras, que me han traído aquí junto a mi familia.
Por hacer realidad lo que yo sabía y tú negabas; ser el abuelo que todo nieto espera.
Por tu mano en la cocina, que también es la mía, aunque a nivel principiante.
Por estar a mi lado, aunque no lo verbalices.
Por no cuestionar nunca las decisiones sobre mi maternidad, aceptarlas y aprender en cada uno de mis pasos.
Por ser mi referente masculino, que estoy segura que ha tenido mucho que ver con la elección de la persona con la que comparto mi vida.

Gracias, papá.

PD: Recuerda, me debes una biografía ;)









No hay comentarios:

Publicar un comentario